Las actividades de las Apóstoles en el área de la salud no se limitan apenas a la recuperación de la salud física, como también, se preocupan con la dimensión espiritual, psíquica y religiosa, encaminando a los enfermos para el relacionamiento con Dios. Sus actuaciones se extienden a toda la comunidad hospitalaria, es decir, a los médicos, funcionarios e invitados.
La Apóstol que desempeña su misión en el área de la salud torna Jesús presente con su sonrisa acogedora, su palabra llena de esperanza, su brazo que además de curar, bendice y su corazón que ama sin imponer condiciones.