Margarita María Alacoque nació el lunes 22 de julio de 1647 en L'Hautecour, en la región de Borgoña, en Francia, y fue la quinta hija de Claude Alacoque y Philiberte Lamyne. Fue bautizada dos días después.
A los cuatro años, fue confiada a los cuidados de su madrina y se fue a vivir con ella en el castillo de Courchevel. El 11 de diciembre de 1655, su padre murió cuando tenía sólo cuarenta años de edad. Margarita regresó a su familia, y se matriculó en una facultad dirigida por las Clarisas en Charolles, donde recibió su Primera Comunión.
Las visiones y mensajes de Margarita María apuntaban al Dios del amor y de la salvación.
Margarida sufrió la crítica de los religiosos de su época, que no aceptaban sus experiencias místicas. El Papa Jesuíta Claudio de La Colombière aclaró la veracidad de las intenciones de Margarita. A los pocos el culto al Sagrado Corazón de Jesús comenzó a ser difundido también entre los fieles. Y así fue como, después de algún tiempo, este mensaje estaba esparcido por todo el mundo católico.
Margarita María falleció con apenas cuarenta y tres años de edad.
Simón, natural de Betsaida, de Galilea, a la orilla del lago Genesaret, también conocido como mar de Tiberíades, era hijo de Jonás y pescador de profesión. Era socio con su hermano Andrés y con Thiago y Juan, de una pequeña flota de barcos pesqueros. Durante un periodo de baja estación de pesca Andrés, su hermano, encontró a Jesús y comentó con su hermano sobre el “mesías’.
Simón quiso conocer a Jesús y fue mirado por él. En él vivía un hombre autoritario, impulsivo, entusiasmado, franco, bondadoso y extremadamente generoso. Jesús, eligió a uno de entre ellos: “a partir de hoy tú vas a llamar Pedro”. A partir de ese día, Simón no sería más pescador de peces, sino de nuevos hombres. Pedro negóa Jesús por tres veces. Pero también varias veces profesó su fe. “¿Adónde iremos, Señor, si sólo tú tienes palabras de vida eterna?“Tú eres el Cristo, el hijo de Dios vivo”. “Señor, tú sabes que te amo”.
Pedro era el principal de entre los apóstoles. Estuvo presente en las bodas de Caná.
Fue él que, encompañía de Juan fue encargado de preparar el cenáculo, para la celebración de la pascua.
Cuando Jesús fue arrestado, apenas Pedro y Juan, lo siguieron. Reconocido, como uno de los discípulos, negó que conocía a Jesús. Lloró mucho y se arrepintió, por esa negación. Pocos días antes de su ascensión, Jesús le preguntó: “¿Pedro tú me amas?”. Pedro respondió con un sí y recibió de Jesús estás palabras “apacienta a mis corderos”. Jesús le confirmó como líder de la iglesia y le entregó todo su rebaño. En el año de 64 Pedro estaba preso condenado a morir crucificado. Convencióa sus verdugosde crucificarlo cabeza bajo, porque no se consideraba sertratado como a su divino maestro. El día 29 de junio, antiguo día de la fiesta de Rómulo y Remo, considerados padres de Roma, fue elegido como el día para la fiesta de San Pedro y San Pablo.
La persona de Pablo es importante para la iglesia, por causa de su gran apostolado. Lo celebramos el día de su conversión.
Saulo, nombre del apóstol antes de la conversión, nació en la ciudad de Tarso. Esta ciudad era un polo de desarrollo financiero y comercial, un centro cultural de la antigüedad. Su padre era fariseo y judío descendiente de la tribu de Benjamín. Debido a la fidelidad al emperador, la familia de Saulo había recibido la ciudadanía romana.
Por esta razón, Saulo era un ciudadano romano, fariseo de ascendencia noble, bien situado financieramente, religioso, inteligente, estudioso y culto. A los quince años a Jerusalén para dar continuidad a los estudios de latín, griego y hebraico, en la conocida escuela de Gamaliel. Sus padres soñaban que su hijo sería un famoso Rabí.
Saulo era perseguidor de los cristianos. Tenía rabia de los seguidores de Cristo. Pero Dios tenía reservado para él otro camino. La Escritura nos cuenta que Saulo fue sorprendido por Jesús, que lo hizo cambiar completamente de vida. De perseguidorse tornó en el mayor propagador de la fe. Ahora era llamado Pablo.
El joven fue bautizado por Ananías, uncristiano de Damasco. De esta ciudad salió a predicar la palabra de Dios, como le ordenaba Jesús.Tornándose de este modo en un gran apóstol. Pablo viajó por el mundo, evangelizando y realizando centenas de conversiones. Perseguido incansablemente fue preso varias veces y sufrió mucho, siendo martirizado en el año 67, en Roma.